¿A que tú también te fijas en ellos por mucho que te la sude el invitado de turno? Normal, si es que los SMS son lo mejor de esos programas.
TEMÁTICAS
1.-De apoyo incondicional al invitado.
Son los mensajes que muestran que, desde casa, se puede sufrir también con las desgracias del invitado, y además que la gente tiene tan poca vergüenza como para decírselo. Son los que dicen cosas como: “Yo también pasé por eso”, “te comprendo perfectamente”, “estamos contigo desde Vallahola del Pingajo” y similares…
1.-De apoyo incondicional al invitado.
Son los mensajes que muestran que, desde casa, se puede sufrir también con las desgracias del invitado, y además que la gente tiene tan poca vergüenza como para decírselo. Son los que dicen cosas como: “Yo también pasé por eso”, “te comprendo perfectamente”, “estamos contigo desde Vallahola del Pingajo” y similares…
2.-De asuntos personales.
Les importa un huevo si el invitado habla de su última operación de ingles, de la fiesta de Cuqui en Marbella o de si se ha follado al Dalai Lama… Estos SMS están dirigidos a otra persona que, además, está cometiendo el mismo delito que el que perpetra el mensaje: está viendo el programa.
Son mensajes del tipo: “Cari, vete ya a la cama que es tarde” (cuando no saben que su cari ya está en la cama con un cubano desde hace 2 horas); o ”te quiero mucho, micifuz”; o “los da Parrandilla los más ligones”; o incluso “cásate conmigo, perraco”…
Les importa un huevo si el invitado habla de su última operación de ingles, de la fiesta de Cuqui en Marbella o de si se ha follado al Dalai Lama… Estos SMS están dirigidos a otra persona que, además, está cometiendo el mismo delito que el que perpetra el mensaje: está viendo el programa.
Son mensajes del tipo: “Cari, vete ya a la cama que es tarde” (cuando no saben que su cari ya está en la cama con un cubano desde hace 2 horas); o ”te quiero mucho, micifuz”; o “los da Parrandilla los más ligones”; o incluso “cásate conmigo, perraco”…
3.-Los incomprensibles.
Por mucho que te esfuerces, es imposible saber qué dicen, aunque seas un modelno que escribe igual. La enorme cantidad de contracciones, los diminutivos y, en general, lo que sea que tienen en la puta cabeza, es incompatible con la más mínima comprensión. Además, seguro que la conexión entre el cerebro y los deditos es un término que una vez han visto en alguna serie española de adolescentes, y pensarán una cosa, pero escriben lo que les sale de las pelotas. Ejemplos típicos son “t dso bnas vakcions, Chkl”. ¿Que tú lo entiendes? Pues tienes un problema, colega…
Por mucho que te esfuerces, es imposible saber qué dicen, aunque seas un modelno que escribe igual. La enorme cantidad de contracciones, los diminutivos y, en general, lo que sea que tienen en la puta cabeza, es incompatible con la más mínima comprensión. Además, seguro que la conexión entre el cerebro y los deditos es un término que una vez han visto en alguna serie española de adolescentes, y pensarán una cosa, pero escriben lo que les sale de las pelotas. Ejemplos típicos son “t dso bnas vakcions, Chkl”. ¿Que tú lo entiendes? Pues tienes un problema, colega…
4.-Los analfabetos.
Tienen que hacerlo aposta por cojones, porque es imposible que un mensaje de 100 caracteres se den más patadas al diccionario. Ponen haches donde no irían ni hartas de cazalla, y las quitan en el resto; cambian b por v; g por j; ll por y; q por k (y todas sus variaciones en en uno u otro sentido)… Y no me digas ahora esa gilipollez de “Juan Ramón Jiménez también lo hacía”. Amos, vete a la mierda, palurdo… Que no has leído a JRJ en tu vida.
Al menos esta banda tiene solución, y no es excesivamente difícil ni cara de llevar adelante: dos hostias bien dadas (sí, capullo, hostia se escribe con h. Sin ella significa “ostra”) y un buen diccionario de la RAE metido por el culo. Ah, y volver al colegio para algo más que sacarse mocos, o hacer botellón en el recreo.
Ejemplos son “oi t kiero muxo, txotxito”, “Hesta tard ns bams de bakzions, llupi!” y más que no me da la gana reproducir porque me dan arcadas.
Tienen que hacerlo aposta por cojones, porque es imposible que un mensaje de 100 caracteres se den más patadas al diccionario. Ponen haches donde no irían ni hartas de cazalla, y las quitan en el resto; cambian b por v; g por j; ll por y; q por k (y todas sus variaciones en en uno u otro sentido)… Y no me digas ahora esa gilipollez de “Juan Ramón Jiménez también lo hacía”. Amos, vete a la mierda, palurdo… Que no has leído a JRJ en tu vida.
Al menos esta banda tiene solución, y no es excesivamente difícil ni cara de llevar adelante: dos hostias bien dadas (sí, capullo, hostia se escribe con h. Sin ella significa “ostra”) y un buen diccionario de la RAE metido por el culo. Ah, y volver al colegio para algo más que sacarse mocos, o hacer botellón en el recreo.
Ejemplos son “oi t kiero muxo, txotxito”, “Hesta tard ns bams de bakzions, llupi!” y más que no me da la gana reproducir porque me dan arcadas.
Y ahora, tras esta magistral clase de comprensión de basura, te reto a que entiendas el 100% de los que aparecerán en pantalla en cualquier programa de TV. Si quieres hacer la prueba, hazlo bajo tu entera responsabilidad. Tú mismo, te he avisado…